Transcribimos la nota de prensa de nuestros compañeros de la lucha contra el pantano de Yesa:
Este fin de semana, la ladera izquierda del embalse de Yesa ha vuelto a deslizarse, a pesar del bulonado y hormigonado que se había realizado en esa zona hace menos de un año. El movimiento de tierras se ha producido unos 200 metros aguas abajo de la presa, dejando en evidencia las “soluciones” de la CHE. La inestabilidad que puede observarse en las imágenes tomadas por “Río Aragón” no dejan lugar a dudas, y puede concluirse que antes o después todo el hormigón y los bulones colocados en esa zona se vendrán abajo.
Es alarmante la incompetencia de este organismo. Después de negar durante años que en las laderas de Yesa hubiera problemas, tuvieron que reconocer las difíciles condiciones de la cerrada de Yesa, tras producirse un tremendo deslizamiento en 2006. Esto es algo que sabía muy bien René Petit, el ingeniero director de la actual presa hace 50 años. Finalmente encargaron un estudio que costó un millón de euros, para concluir que lo mejor era tirar la ladera abajo con un coste de más de ¡80 millones de euros! Por tanto es evidente que el “maquillaje” que han hecho hasta ahora no sirve. Cuando toda una montaña se quiere mover no basta con hacer un lavado de cara. Es del todo indiscutible que toda la ladera se desliza y pretender ignorarlo o evitarlo sólo es propio de la estupidez humana.
Este acontecimiento debería ser el último aviso para parar cuanto antes una obra que se está convirtiendo en un despropósito mayúsculo. Desgraciadamente mucho nos tememos que la respuesta de la CHE será más hormigón, más hierro y más dinero de todos. En estos momentos el presupuesto de Yesa ya triplica el inicial (300 millones, PGE2012), así que podemos imaginar que puede llegar a los 400 o 500 millones, no importa, pues Yesa parece ser la única gran aspiración de Aragón para unos gobernantes incapaces de ofrecer soluciones realistas y útiles a las verdaderas necesidades de la sociedad aragonesa.
La gestión del proyecto de recrecimiento de Yesa está dejando en evidencia al ingeniero director de obras Sr. Núñez, cuya incompetencia está costándonos decenas de millones de euros a los ciudadanos. Debería ser cesado de forma fulminante y sustituido por alguien que se dedique a intentar paliar los sucesivos desastres producidos por su gestión. Después habría que abandonar definitivamente el proyecto de recrecer Yesa.
Seguir enterrando dinero en esa obra es, hoy más que nunca, un auténtico delito.
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El Ebro se queda sin caudales ambientales a costa de la satisfacción de todas las demandas
Una vez conocido ayer el texto de Plan de Cuenca del Ebro, queremos hacer las siguientes consideraciones. Según se desprende de la propuesta que aparece en el borrador definitivo del Plan de Demarcación, los caudales en el eje del Ebro, tanto en Zaragoza como en el Delta del Ebro están incluso por debajo del 10% del caudal medio.
Sin embargo, la larga lista de demandas están todas contempladas, a pesar de la drástica disminución de las aportaciones. La consecuencia será la imposible satisfacción se esas demandas en época de sequía como la actual.
COAGRET entiende que esta propuesta, que parece venir impuesta desde Madrid, va a impedir alcanzar el buen estado de las aguas de la Cuenca. Para COAGRET esta propuesta es el primer fracaso del Plan, que aparece herido de muerte antes de nacer. Lamentamos también que las alegaciones enviadas en su momento por organizaciones ecologistas y de afectados al Esquema de Temas Importantes no se ven reflejadas en el texto del Plan.
En la reunión de constitución del Consejo del Agua de la Demarcación del Ebro, se ha presentado el borrador definitivo del Plan de Demarcación, que saldrá a información pública de forma inminente. Los dos vocales que representan a las organizaciones ambientales y de afectados de toda la cuenca han protestado por la propuesta de caudales ambientales para el Delta y el resto del Ebro y han pedido transparencia y publicidad de lo discutido en el Consejo del Agua.
Insistimos una vez más en la necesidad de tomar ya la decisión de paralizar obras hidráulicas como el recrecimiento de Yesa, Las Torcas, y los pantanos de Biscarrués y Mularroya, aparte de por los impactos ambientales y por la conflictividad social que provocan, por razones de eficiencia y ahorro, puesto que las alternativas propuestas desde hace décadas por los afectados suponen un coste mucho menor para la hacienda pública. En casos como el de Yesa además se dan razones también de seguridad para su paralización inmediata, por más que la CHE intente dar la espalda a esta realidad.
Queremos también lanzar una reflexión sobre la desproporción entre la representación en el Consejo de la Demarcación del Ebro de las organizaciones ecologistas o las sindicales, en relación con otros colectivos como los regantes o la propia representación de la administración del Estado, 2 representantes ecologistas, 1 sindical o 1 de los empresarios frente a 32 de los regantes o 15 de los diferentes ministerios. Entendemos que para que este órgano tenga un mayor grado de representatividad social son necesarias reformas legislativas que compensen esta desproporción.
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