jueves, 2 de abril de 2009

Otro mundo es posible, pero no gracias al G-20




Lo único bueno del G-20, mal que le pese a nuestro Presidente del Gobierno, es que va a dejar bien claro quiénes son los que mandan en el planeta, que no son nuestros representantes políticos (cuyo carácter de meras marionetas refleja muy acertadamente el vídeo que reproducimos en esta entrada*).
Si, verdaderamente, los presidentes y primeros ministros de las mal llamadas "democracias" fueran los depositarios de la soberanía de los pueblos a quienes se supone que representan, no se reunirían a espaldas de uno de esos pueblos que clama en estos momentos, expresando toda la furia de las víctimas de la usura y el expolio, en las calles de Londres.
Si, verdaderamente, quienes dicen haberse reunido para acabar con la crisis (ese eufemismo inventado para ocultar el robo y la explotación de los que ha sido objeto la práctica totalidad de la humanidad) tuvieran realmente esa intención, escucharían las reclamaciones del pueblo, que clama a estas horas en las calles de Londres.
Si fuera cierto, por lo menos, que lo que verdaderamente desean nuestros gobernantes es el éxito en las urnas para perpetuarse en el poder, nos quedaría alguna esperanza, pues bastaría que tomasen buena nota de lo que el pueblo les pide para obtener nuestro apoyo incondicional en las próximas elecciones.
Pero todo ha llegado a un punto en el que ni ellos mismos se creen realmente sus mensajes de optimismo. Porque, francamente, su aparente inoperancia para acabar con la "crisis" sólo demuestra que no representan más que a los capitales que los han llevado a la cumbre del poder "político", haciendo evidente, más que nunca, que la llamada "democracia" es sólo el disfraz de la plutocracia que gobierna este mundo.
No es tiempo, desde luego, para el optimismo: los que saben un poco de Historia saben también que si la cuerda llega a romperse (y está ya demasiado tirante) la solución de los que "cortan el bacalao" será, como en los años treinta del siglo XX, el fascismo y la guerra.
Lo único positivo: el emperador está desnudo y se ven con claridad sus orondas carnes, alimentadas con el trabajo de los hombres y las mujeres de este planeta.

*Os recomedamos vivamente que entréis en la página de InspirAction donde podréis encontrar vídeos muy interesantes con las acciones organizadas por este movimiento.

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