lunes, 31 de mayo de 2010

SIN AGUA NO HAY RIOS, SIN RIOS NO HAY AGUA


Manifiesto de Barcelona, 30 Mayo 2010
“El Ebro sin caudales es la Muerte del Delta” “Ríos con agua: Ríos Vivos”

La ciudadanía de Cataluña y del conjunto de la cuenca del Ebro quiere hacer llegar a la Comisión Europea la necesidad de mantener los caudales de mantenimiento de nuestros ríos: los caudales de los ríos catalanes están definidos pero no implementados; y en la cuenca del Ebro, incomprensiblemente, no se han ni determinado.
La paralización de la nueva planificación hidrológica supone unos graves impactos ambientales, económicos y sociales. En la gran mayoría de ríos y pantanales españoles todavía no se han determinado los caudales ecológicos necesarios para la vida acuática. Mientras tanto, nuestros ríos, acuíferos, zonas húmedas y deltas se encuentran amenazados por los intentos de mantener la vieja política hidráulica. Muchos ríos están en grave peligro por la presión de los trasvases, presas y nuevos embalses (o su recrecimiento) y de la contaminación. Multitud de acuíferos se encuentran exhaustos después de décadas de sobreexplotación. Todo, para satisfacer los insostenibles crecimientos urbanísticos, nuevos regadíos o centrales hidroeléctricas innecesarias. Organizaciones y Redes de todas las cuencas de la península estamos juntos para reclamar el imprescindible cambio hacia una nueva cultura en la gestión de los ríos, pantanales y acuíferos que les preserve y proteja.
El Delta del Ebro, una de las zonas húmedas con más biodiversidad del mundo, necesita un régimen de caudales de suficiente cantidad y calidad que garantice la supervivencia de sus cultivos, de los hábitats de su Parque Natural y de su fauna. Que sigan aportando al mar los nutrientes que soportan la vida marina y la pesca. Que eviten la salinización de la capa freática y que aporten los sedimentos suficientes para evitar la regresión alarmante de la línea de costa. Las actuales propuestas de Plan de Cuenca, no contemplan ninguno de estos aspectos y por lo tanto, la supervivencia del Delta como ecosistema y fuente de vida está en peligro.
El sector agrícola, mayoritario en el Ebro, es clave para la producción de nuestros alimentos y su asentamiento es imprescindible para un adecuado equilibrio territorial. Los actuales proyectos de regadíos incrementan la crisis actual, promueven un modelo agrícola industrial y un abuso del consumo de agua con unas infraestructuras asociadas inviables social y económicamente. Hace falta un nuevo modelo rural que tenga en cuenta las necesidades reales de la sociedad, promueva cultivos coherentes a las condiciones climáticas y respete los sistemas agro-ecològicos de acuerdo con la soberanía alimenticia.
Por otra parte, el modelo de crecimiento urbanístico de la zona litoral y de la Región Metropolitana de Barcelona incrementa la insostenibilidad y el desequilibrio territorial, especialmente la potencial construcción de 800.000 viviendas planificadas en el Plan Territorial Metropolitano de Barcelona y la ocupación de más zonas fluviales como es el caso del Horta de Martorell. Hace falta un nuevo modelo de Planificación Territorial de acuerdo con los recursos disponibles capaz de asentar las poblaciones rurales y de alta montaña.
Exigimos el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua en Cataluña y en el conjunto de las cuencas del estado español. Hay que recuperar los caudales de mantenimiento del Ter secuestrados para Barcelona, del Gaià para las petroquímicas, del Foix, de la Muga y del resto de ríos catalanes. Hay que poner fin a la contaminación de los acuíferos por los nitratos, en el Llobregat por los retornos salinos, en el Besòs por la industria, por no hablar de la lamentable situación de Flix en el bajo Ebro. Vemos la misma tendencia en otras cuencas que además sufrirán la construcción de nuevos embalses o recrecimiento de actuales. Pedimos agua de calidad para los seres humanos y la vida.
En Cataluña nos encontramos con que los usos de agua vida y agua social se han convertido en agua negocio. Así el 70% de la gestión en baja está en manos de las empresas privadas que buscan un nuevo mercado donde lucrarse. Ahora mismo, los abastecimientos en alta, como ATL, sufren importantes presiones para su privatización. Reclamamos una gestión pública y participativa del agua, que es un bien universal, no una mercancía.
Los movimientos sociales y la ciudadanía pedimos a la Comisión Europea que exija el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua y sus principales objetivos: Gestión de la demanda, recuperación de costes, análisis de costes/beneficio de las medidas a adoptar, participación ciudadana en la gestión y planificación y el buen estado de todas las masas de agua en cantidad y calidad. Hay que cumplir la Directiva Marco del Agua europea. No somos diferentes. Somos Europa y la Cuenca del Ebro es Europa.

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