miércoles, 21 de diciembre de 2011

EXCELENCIA EN LA ENSEÑANZA

En boca de los políticos las palabras se transforman, y acaban por perder su verdadero significado para significar lo que lo políticos quieren que asumamos aunque eso sí con el traje de la antigua palabra. De esa forma se despista al personal que es un primor. Los políticos, todos en general, pero los del PP en particular, que saben mucho de trajes, son capaces de convencernos de que el trasvase del Ebro es una prueba de desarrollo sostenible y de solidaridad entre los pueblos; a la barra libre para el despido le llaman flexibilización de plantillas y a la privatización de la enseñanza le llaman proceso de excelencia. Y claro, es muy difícil combatir las GRANDES PALABRAS, ¿quien puede oponerse a la solidaridad o a la excelencia?.

En cuestión de enseñanza la cosa tiene lo suyo. La enseñanza es un negocio, eso lo saben los curas desde hace siglos, sobre todo cuando no hay que atender a alumnos de varios/muchos niveles, de varias/muchas naciones y con poca/nada motivación. Si concertamos el bachillerato en la enseñanza pública,… mejor que sea de tres años, así hay más negocio, pero, eso si, que no venga cualquiera. Primero habrá que separar a los “chicos de buena familia” de los inmigrantes y otras razas inferiores y para eso la palabra trampa es EXCELENCIA. ¿Quién podrá oponerse a que la excelencia entre en la enseñanza?. La gran palabra aterrizada en el barro cotidiano, se mezclará con los oportunos informes que avalan el fracaso del sistema y así montaremos un nuevo/viejo sistema en donde cada clase social vaya a donde tenga que ir. La universidad tendrá que ser un poco más cara y el hijo del currante, que no habrá hecho un bachiller de excelencia, tendrá su programa de cualificación profesional para llegar a una plantilla de trabajadores flexibilizados.
El proceso es el mismo en todas partes: se saca de la esfera de lo público lo que se pueda gestionar con un rendimiento económico y como la enseñanza lo es,  pues se explica que la gestión privada es más eficaz, y si además se le llama proceso de excelencia , pues mejor. Las clases dirigentes llevarán a sus hijos a los bachilleres de EXCELENCIA y quienes se lo puedan permitir, harán lo posible para llevarlos también y volveremos al pasado que…… no es lo mismo que rejuvenecer.
En esta cosa de la enseñanza la CONVIVENCIA debería estar por encima de la EXCELENCIA. Educar buena gente antes que gente útil y sobre todo educar gentes que sepan encontrar en las palabras la intención de quien las pronuncia; capaces de  distinguir como decía Machado las voces de los ecos.

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