lunes, 3 de noviembre de 2008

La crisis


crisis.
1.f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.
2.f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.
3.f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.
4.f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.
5.f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente.
6.f. Escasez, carestía.
7.f. Situación dificultosa o complicada.

¿Parecían pocos los significados que atribuye la RAE a esta palabra mágica y mediática? Pues ya tenemos otro:

8.f. Conjuro o palabra mágica utilizada como coartada para la continuación del saqueo.

Porque digo yo: si llegase alguien a nuestra casa, nos la expropiase para su uso y disfrute con la excusa de una mejor gestión de nuestra propiedad y luego, por efecto de su mala gestión, tuviéramos además que darle nuestro dinero para permitirle seguir con su negocio, ¿diríamos que estamos en crisis o que somos las víctimas de un engaño y un robo? Hombre, comprendo que el ladrón querrá defenderse y hará todo lo posible para evitar confesar su crimen (todo el mundo tiene derecho a defenderse), pero, ¿nos lo íbamos a creer simplemente porque nos lo explicase con palabras tan intrincadas y complejas que no lo entendiésemos?
En fin. Para mí que después de colarnos que la liberalización iba a servir para mejorar la gestión de las empresas públicas, se han dado cuenta de que somos capaces de tragarnos lo que haga falta.
Y ya puestos, ahora que parece que se buscan soluciones (o eso cuentan), ¿qué os parece la siguiente? (si hay alguno que sea economista, por favor, que me diga si es una barbaridad):
que los estados pongan todo el dinero que están dispuestos a utilizar para salvar bancos y demás entidades financieras al servicio único de los ciudadanos, pagando, en la medida que puedan (con la misma cantidad que pretenden poner al servicio de los banqueros), las hipotecas de fulanito y menganito. Los bancos tendrán su dinero y los paganos de siempre dispondrán de fondos para capear la escasez y revitalizar el consumo. Que alguna entidad financiera se viene abajo: que hubiera hecho bien su trabajo. La avaricia rompe el saco, señores, y la ley del mercado es para todos. En fin, no me parece ni más ni menos justo que vender lo público a precio de ganga y subvencionar a los que han demostrado ser unos facinerosos o unos ineptos.
No sé, quizá yo, pobre filólogo, no sea capaz de desentrañar las inescrutables leyes del mercado. Pero es que a mí, como a los humoristas del vídeo que os dejo a continuación, las cosas me parecen muy sencillitas.
Al loro, que el programa es de hace un año (o estos tíos son los biznietos de Nostradamus o simplemente utilizaban la cabeza):




Y para los que lo quieran en plan sesudo, los siguientes enlaces:

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