Otro proyecto de Red de Alta Tensión amenaza a la Montaña Alavesa

Cualquiera diría que hay una mano negra que se empeña en trazar líneas de Alta Tensión a través de aquellos territorios que, con el esfuerzo de siglos y gracias a la sabiduría de sus gentes, han sabido preservar como pocos su patrimonio y unos medios de vida capaces de hacer compatibles desarrollo y respeto al medioambiente. En fin, es siempre el mismo problema, al que justo antes me refería: para el beneficio exclusivo de intereses ajenos a estos territorios, pero haciendo pagar a sus gentes los costes medioambientales (sin otro "beneficio" que el perjuicio a su riqueza más tangible), se trazan autopistas eléctricas por encima de sus cabezas sin reparar en gastos que puedan paliar siquiera mínimamente su impacto sobre el paisaje, la salud y el medio natural. O sea, puro y duro colonialismo al servicio de la mercantilización.

Digo todo esto porque hace pocos días, vistando Santa Cruz de Campezo (Álava), el pueblo de mi compañera Itziar (una de las autoras de este blog) me encontré con numerosas pintadas en contra de la RED DE ALTA TENSIÓN. Inmediatamente pensé: "¡Aquí también! ¡Esto es una pesadilla!" En efecto, el municipio alavés de Kanpezu, como el resto de la comarca de la Montaña Alavesa, es uno de los territorios más hermosos que conozco, dotado de una naturaleza exuberante cuya preservación no ha sido inconveniente (antes al contrario) para un nivel de desarrollo más que aceptable.

En fin, buscando, buscando, he podido comprobar que los afectados por este nuevo proyecto de línea de Alta Tensión, en este caso entre Vitoria y Castejón (Navarra), como demostraban las pintadas, no se han quedado de brazos cruzados y ya se han puesto manos a la obra en la defensa de su patrimonio medioambiental, abriendo, entre otras cosas, un blog en el que informan y planifican acciones en relación con esta agresión a su medio ambiente.

Encuentro en él también el enlace a nuestra Coordinadora contra líneas de alta tensión e instalaciones de transformación, lo que me hace recordar lo que antes os apuntaba: que todos los que sufrimos este tipo de agresiones debemos ser conscientes de formar, aunque sea por las malas, una unidad y que en nuestra unión y solidaridad podemos encontrar la fuerza que hace falta para acabar con los gigantes de metal y voltios que amenazan nuestras vidas y nuestro futuro.

Considero pues necesario establecer los lazos que hagan realidad esta unión con todos los que nos encontramos en una situación similar, desde Álava y Navarra a Girona pasando por La Ribagorza. Ésta sería la mejor línea de "alta tensión social" con la que dar respuesta adecuada a las tormentas eléctricas que acechan sobre nuestras cabezas.

Un abrazo solidario, pues, desde este rincón del Pirineo para los afectados de estas tierras.

(Os dejo, ya puestos, un enlace a una web que recoge los manifiestos en contra de la MAT proyectada en Girona, de la que os hablé en una entrada anterior).