Duele un poco estar ahora en un rincón tan apartado de este país, que se está echando a la calle, y no poder compartir toda la energía y también, por qué no, la poesía de este momento histórico. Aquí, siendo como somos pocos y bastante acogotados por el caciquismo de estas tierras, todo cuesta mucho más, pero, como os decía en la anterior entrada, si alguien quiere sumarse (y ya sé de al menos un par de amigos que estarían dispuestos) yo estaría encantado de unirme a ellos y hacer sentir que nuestra tierra está también viva y pide una auténtica democracia, como está haciendo la enorme masa de ciudadanos que llenan ahora plazas y calles de las grandes ciudades.
Os confieso que no sé bien qué forma podría tener estar movilización, pero qué menos que una sentada y una pancarta con la que expresar nuestra indignación con esta pseudodemocracia en manos del gran capital y nuestra solidaridad con el resto de conciudadanos que están protagonizando un histórico mayo del 11, como algunos ya están denominando a estos días en los que al fin la gente se ha decidido a expresar públicamente lo que, en muchas conversaciones entre amigos, venimos diciendo desde hace ya muchos años.
En el peor de los casos, si no conseguimos aglutinar este pequeño grupo, cuando menos, trataré de seguir informando de todo lo que llegue a mis manos, como por otra parte ya estoy haciendo en mi perfil de facebook.
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